domingo, 8 de abril de 2007



...y caminas por un sendero paralelo al mío... y nos clavamos la mirada con gesto serio, en silencio, por el bosque,... al compás de pisadas certeras, mientras el vaho delata el frío que nos rodea...

Eres tú, mi Ángel de la Guarda, quien me da voluntad y esperanza, quien soporta mi brazo cuando me caigo de rodillas, quien desenreda mi cabello tras el viento del odio.

Eres tú, quien ilumina mi rostro para evitar oscurecer el de otros cada día, el que me da fuerzas para seguir adelante en los momentos más desvalidos, quien elimina mi orgullo y hace que bese a mi enemigo como si de un viejo amor se tratase...

No te vayas, ángel mío, no cambies de camino, que aunque con el gesto serio crucemos miradas... sabes que sin ti me pierdo. Y si las cruzo de ese modo es porque no me dices nada, quiero oír tu voz antes de que acabe el alba.

5 comentarios:

Anabel dijo...

Sólo puedo decir una cosa: PRECIOSO

Me ha encantado el texto y la foto :)

Auri dijo...

Lo mismo... ¡Hasta tu ángel debe haber quedado conmovido!

Un abrazo,

Anamundi dijo...

Hola, Auri es mi niñita, no me había dado cuenta de que estaba desde su blog (la ayudo a pasar lo que escribe).

En todo caso, preferí acotarte desde mi identidad, nuevamente, para decirte que, además, ¡me ha gustado mucho el "mood" que te he percibido hoy.

Saludos,

Anónimo dijo...

:____(

Es muuuy hermoso!!!

Un besote

Unknown dijo...

Nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios a puesto un angel en la tierra para tí, para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su angel y darle tu amor y darlo para siempre.